5 de junio de 2012

MATILDA · Tarta de chocolate


Desde que empecé con el blog me han pedido tantas veces esta receta que he perdido la cuenta. No se qué tipo de trauma infantil tenemos los de mi generación que queremos probar una tarta que sirve para torturar en nada menos que una película dirigida por... ¡Danny DeVito! (tortura para nosotros, "bai de guei")

Parece ser que todos le hubiéramos echado una mano a Bruce (¡Bruce, Bruce, Bruce!) llenándonos la cara de chocolate. Así que aprovechando que tengo visita (como me coma yo sola esta tarta me da un patatús) me he puesto manos a la obra y he intentado imitar la ultra-chocolateada tarta.


La receta es básicamente un bizcocho de chocolate cubierto de chocolate. En principio, la capa exterior iba a ser un glaseado, pero me he emocionado y he improvisado un poco para que quede cremosa. Y tengo que decir que cada vez que abro la nevera tengo que contenerme para no comerme un trozo.


Ingredientes:

Para el bizcocho: (las medidas son muy prácticas porque se calculan con el cuenco del yogur)
  • 1 y 1/2 yogur natural
  • 3 cuencos de yogur de harina
  • 2 cuencos de yogur de azúcar (si no lo queremos muy dulce no debemos llenarlos mucho, porque el chocolate ya nos va a endulzar el bizcocho)
  • 1 cuenco de aceite (yo he usado uno suave de oliva, pero también se puede de girasol)
  • 4 huevos
  • 1 y 1/2 sobre de levadura en polvo (química)
  • Una tableta de chocolate oscuro para fundir (yo he usado la de Nestlé Postre, que me encanta)
  • 100gr de chocolate puro (yo he usado el de Valor)
  • Ralladura de medio limón
Para el recubrimiento: (perdón por la palabra, sé que suena un poco a albañilería)
  • Una tableta de chocolate oscuro para fundir (Nestlé Postre)
  • 70 gr de mantequilla (sin sal)
  • 1 yema de huevo
  • 3 cucharadas soperas de azúcar moreno
  • 5 cucharadas soperas de azúcar glasé
  • 170gr de leche condensada
  • Medio vaso de leche
  • 1 cucharadita de postre de vainilla líquida
Empezamos con el bizcocho. Antes de nada ponemos el horno a tope para que se vaya calentando. Luego, metemos los dos chocolates con un poco de agua al microondas (si lo preferís, se puede hacer al baño maría). Si lo hacéis en el micro hay que ponerlo suave e ir sacándolo cada poco para darle vueltas y que se vaya deshaciendo de manera uniforme y sin quemarse.

Cuando el chocolate está derretido metemos todos los ingredientes en un bol y batimos con la batidora hasta que quede homogéneo. Untamos el molde en el que vamos a hacer el bizcocho con mantequilla y echamos la mezcla. Lo metemos en el horno y lo dejamos fuerte (a 220º más o menos) hasta que suba. Le llevará 15 minutos aproximadamente. 

Cuando trabajamos con el horno, tenemos que tener en cuenta que cada horno es un mundo y tenemos que controlarlo hasta que le cojamos el truco al nuestro. También tenemos que tener mucho cuidado de no abrirlo mientras esté subiendo, porque cuando trabajamos con masas que tienen que subir y con levaduras y demás, si abrimos el horno no nos subirá o se bajará lo poco que haya subido.

En el momento que veamos que el bizcocho ha subido, lo bajaremos a fuego medio y lo tendremos alrededor 20 o 25 minutos. Iremos comprobando con una varilla o algo por el estilo (yo he utilizado el pincho metálico que se usa para los pinchos morunos) si está hecho: lo estará cuando la varilla salga seca. En ese momento sacamos el bizcocho y lo dejamos enfriar.


Mientras, vamos con el recubrimiento. En un cazo echamos la leche condensada y la leche y calentamos. Añadimos los dos tipos de azúcares y dejamos que se disuelvan. Luego echamos el resto de los ingredientes y damos vueltas con una varilla mientras se deshace todo y se vuelve homogéneo. 

Desmoldamos el bizcocho y con un cuchillo largo le quitamos la capa superior que suele quedar desigual (si se os ocurra tirarlo, ¡comérselo es la mejor forma de ir entreteniéndose mientras termináis la receta!). Luego partimos el bizcocho con una raja horizontal, donde irá el relleno. Lo más fácil es clavar el cuchillo a la altura que queramos e introducirlo hasta el centro. Luego vamos girando para cortarlo por completo.

Abrimos el bizcocho y lo rellenamos con la cobertura de chocolate (si se nos ha enfriado, volvemos a calentarla un poco, ya que así será más manejable). Volvemos a unirlo y cubrimos toda la parte exterior con una paleta, o en su defecto, con el dorso de una cuchara sopera o un cuchillo grande.

Luego lo dejamos enfriar y lo guardamos en la nevera. Para servir es buena idea esperar un poquito para que el recubrimiento se caliente un poco y se ponga meloso.

Por último, tan sólo una recomendación: por muchas ganas que tengáis, no tratéis de emular al niño de la película u os dará un cólico. On egin!