27 de febrero de 2013

EL DIARIO DE BRIDGET JONES · Catástrofes culinarias en la pantalla #1: Sopa Azul


Si tienes un blog de cocina, y quieres incitar a la gente a que haga tus recetas, es bastante importante que en las fotos tengan buena pinta. Esto a veces nos hace entrar en una dinámica muy absurda, en la que da igual cómo sepa el plato si es bonito. Así está pasando con la fiebre del fondant, hasta el punto en que programas como "El rey de las tartas" proclaman en sus anuncios frases del tipo "lo menos importante es el sabor". ¿Estamos locos?

En medio de todo este panorama el otro día me topé con un divertido post de El Comidista en el que se mostraban las deformes recetas que algunos usuarios habían publicado en la red. "Las mayores catástrofes culinarias de Pinterest" rezaba el título. Obviamente no me pude resistir. 



Leyendo el post, fui terminando de dar forma a una idea que llevaba tiempo rondándome por la cabeza: la de hacer las recetas de esas comidas asquerosas que a veces nos encontramos en las pelis; de esas que dices "eso yo no me lo como ni muerta". Así que voy a cocinarlas y lo que es más, me las voy a comer. Eso sí, trataré de modificar los ingredientes "venenosos", no vaya a ser que con la tontería no haya más Cinematófaga.


La receta de hoy es una de esas que siempre me encontraba cuando buscaba comida en el cine, pero que nunca me atrevía a hacer, por aquello de que dudo que nadie se la quiera comer.

En relación al "Diario de Bridget Jones", he de reconocer que esta peli la he visto más de una y de dos veces, y que me divierte un montón (alguna debilidad tenía que tener, ¿no?). Y aunque no os guste la peli y os parezca más interesante cuando me hago la dura y hablo de Tarantino, esta receta es una buena idea para ponerle en la mesa a la suegra cuando vaya a comer.


Ingredientes:

  • 1 cebolla
  • 1 manojo de apio
  • 5 puerros medianos
  • 1 ajo
  • 1 patata pequeña
  • 200ml de nata
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta negra
  • Un cordel
  • Colorante azul

Lo primero que hay que hacer es preparar el sofrito en el que se basa la sopa. Para ello, partimos la cebolla, el ajo y la patata (pelados, obvio) y los echamos en una olla con un poquito de aceite de oliva. Le añadimos un poco de sal para que la cebolla sude y le dé más sabor. 

Mientras vamos dejando que esto se dore a fuego medio, limpiamos los puerros y el apio y los atamos con un cordel (en la peli dice que así da mejor sabor, pero no se yo hasta qué punto es verdad...). Nota: por favor, que el cordel no sea de color, no vayamos a hacer la receta de Bridget Jones pero de verdad.


Añadimos el ramillete al sofrito y lo sofreímos durante un par de minutos. Le agregamos la nata y pimienta al gusto. Cuando está hirviendo, le agregamos agua caliente hasta cubrirlo todo. Dejamos que hierva a fuego lento durante alrededor de media hora (hasta que el puerro y el apio estén blandos). 

Para terminar, quitamos el cordel y lo pasamos todo por la batidora. Si lo preferís, se puede pasar por el colador para eliminar las hebras que queden. Si no, más fibra (es decir esta palabra y acordarme del señor Coronado). Cuando todo esté listo le añadimos colorante azul, para que nuestra rica sopa se parezca a la monstruosidad de Bridget. 

¿Os atrevéis?